Las caballerizas del Palacio de Viana son los últimos espacios que hemos recuperado para las visitas, y el primero que encontrarás al entrar en Viana.
Destinadas a los coches y a los caballos, forman parte de la remodelación que realizó en el siglo XVI el segundo señor de Villaseca, Luis Gómez de Figueroa y Córdoba, para transformar la mansión medieval que había heredado en una mansión renacentista. Estas obras incluyeron la construcción del Patio de Recibo, en el que se ubican, y la apertura de una nueva entrada principal por la que meter los carruajes.
La construcción consta de tres naves divididas por arcadas de columnas toscanas. En los dos lados mayores se conservan los 16 pesebres y sobre ellos, en un zócalo de madera, varios arreos de caballería y hierros de boca de las escuelas francesa e inglesa de equitación. En las vitrinas hay trajes de servicio de la casa y varias colecciones de espuelas, espolines, bicornios de palafreneros y otras prendas de cabeza.
Los elementos más llamativos están en la parte central: una carroza nupcial tipo berlina para siete caballos, un palaquín y una montura árabe con bordados renacentistas, que la tradición oral atribuye al rey Boabdil.