Aunque por fuera parezca austero, por sus sencillos muros blancos, el interior del Palacio de Viana alberga la casa señorial más importante y mejor conservada de Córdoba, y una de las principales de España.
Abierto como monumento al público desde hace más de 40 años, bajo la gestión de la Fundación Cajasur, Viana aglutina en un solo lugar la mayor concentración de patios de la ciudad y una casa-palacio llena de muebles, obras de arte, patrimonio e historia, reunidos por sus 18 propietarios a lo largo de cinco siglos de historia.
El Palacio de Viana no es un museo al uso ni su distribución responde a los criterios de organización de este tipo de espacios. Tampoco muestra reproducciones ni se ha creado partiendo de cero, para aprovechar el reclamo de los patios cordobeses.
Al contrario: se trata de una casa auténtica y vivida, en la que los objetos heredados se exhiben en su entorno y contexto. Una casa que refleja la personalidad y los gustos de las familias que la habitaron entre 1425 y 1980. Que ofrece un recorrido histórico y sensorial por los patios cordobeses, sin salir del edificio. Y que nos permite atisbar cómo era la vida privada de la aristocracia cercana a los círculos de poder.
El Palacio de Viana de Córdoba fue declarado Monumento Histórico-Artístico Nacional en 1981 y dos años después, en 1983, Jardín Histórico-Artístico.