El Patio de las Columnas es el último que se incorporó al conjunto. Se construyó en los años 80 del siglo XX, con el monumento abierto al público, para dotar al Palacio de Viana de un espacio para eventos y actos públicos, como teatro, conciertos o presentaciones literarias. Y se ha convertido en uno de los principales escenarios de la programación cultural de la Fundación Cajasur y de la ciudad de Córdoba.
Destaca por su planta rectangular y por sus fuentes centrales, de las que parten dos albercas que dividen el patio en dos partes iguales. Su nombre proviene de las cuatro columnas del fondo, que sostienen un soportal adintelado sobre el que se asoma la torre de la iglesia de San Agustín, y de las columnas de la galería porticada del lateral que le separa del jardín.
Para el suelo se optó por combinar ladrillo de barro con enchinado cordobés, siguiendo el ejemplo de otros patios del palacio. Se trata de un tipo de pavimento heredado de los musulmanes, realizado con guijarros de dos colores.