Viana es un palacio aristocrático. Las familias que lo habitaban pertenecían a la nobleza señorial, próxima a los círculos de poder, y conservaban cierto lujo exterior en comparación con el resto de su clase, que estaba en retroceso frente al empuje de la burguesía adinerada. Esto se aprecia en elementos como la portada o en la amplia zona de respeto que tenían en la planta baja, que refleja el estatus que iban adquiriendo los sucesivos propietarios, y que se puede visitar con la entrada de acceso a los patios.